Terror nocturno


De niño pasé terror nocturno....
La empresa de mi padre fue comprada por una multinacional. Él, con otros muchos, fue invitado a marcharse, es decir, o continuar bajo el yugo de un nuevo contrato leonino, o coger la indemnización legalmente establecida y a la calle. Supongan que tan leonino era el contrato si un hombre ya maduro con hijos a su cargo optó por coger la plata. Con el dinero recibido se decidió montar un negocio, le venía de familia, sabría hacerlo. Imaginaos los principios, la incertidumbre de no saber si aquella tienda iba a cuajar se instaló en casa como una densa niebla que lo empapaba todo.
Recuerdo estar acostado sin poder dormir, porque yo, un niño, estaba preocupado por lo que nos podría pasar si aquello no funcionaba, porque yo, un niño, sentía por primera vez miedo del mañana. Terror nocturno.

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